miércoles, marzo 28, 2007

Tengo vergüenza

Vergüenza. (Del lat. verecundĭa).
1. f. Turbación del ánimo, que suele encender el color del rostro, ocasionada por alguna falta cometida, o por alguna acción deshonrosa y humillante, propia o ajena.
Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua

________________

Esta semana nos enteramos por los medios de comunicación que han muerto al menos 30 niños indígenas no por alguna enfermedad frente a la cual ningún país tiene la vacuna, alguna de esas enfermedades "olvidadas" endémicas de países tropicales. No es por nada de eso, murieron de una enfermedad de la cual Colombia tiene la vacuna, y que además la exporta y eso hace que sea aún más grave. Los niños murieron de hambre. Mueren niños de hambre en un país exportador de comida y los colombianos nos quedamos callados. Como dice William Ospina, parece que los colombianos hubiéramos perdido el primer derecho de cualquier ciudadano: el derecho a protestar.

Tengo vergüenza de saber que la economía colombiana creció casi un 7% el año pasado, cifra increíble, la más alta en no se cuantos años y que se puede comparar con los países del milagro asiático, o con los rendimientos de las acciones de las principales empresas a nivel mundial -¿a fin de cuentas que es Colombia si no una hacienda cuyo propietario dice y desdice mientras todos aplaudimos y le agradecemos por su bendita existencia?. Me da vergüenza saber que a pesar de ese crecimiento, la población se muere, y seguirá muriendo de hambre.

Tengo vergüenza de leer que el responsable de las estadísticas en Colombia, el DANE, dice sobre el crecimiento de la economía que "no debe esperarse ni debe buscarse relación directa entre crecimiento de la economía y crecimiento del empleo (...) es un fenómeno complejo que no nos corresponde analizar sino advertir de su existencia". Tengo vergüenza de pensar que si la persona responsable de hacer estas mediciones, no puede explicar estos fenómenos, quien las puede interpretar?.

Tengo vergüenza de saber que la directora de Planeación Nacional se siente "supersatisfecha" sobre el crecimiento económico del país el año pasado y "lo que hemos visto es un proceso de consolidación en la recuperación de la confianza en el país.(...) Es un crecimiento jalonado por actividades que generan empleo". Desde mi ignorancia en estos temas, me parece que no es lo mismo, incluso me suena a que es lo contrario a lo que dijo el DANE, pero repito eso me parece desde mi ignorancia y mi creciente vergüenza.

Tengo vergüenza de ver que en la portada del principal, y único, periódico de tirada nacional la foto de primera página son unos soldados tomándose una foto con un jugador de fútbol, y debajo de esta foto otra noticia: "la pobreza en el país se redujo 4 puntos en nueve meses" y aclara "que desde que el presidente Uribe está en el poder, entre el 2002 y el 2006, la pobreza ha caído 11 puntos" (Bendito sea). Al lado otra noticia: "Ojo, que sacar barriga es peligroso. ¿Ya se midió?". Pero bueno, en la edición digital nos tranquilizamos que todo se está solucionando cuando ponen la foto de un niño comiendo de una taza de plástico con el pie de foto que dice "el Ejército colombiano llevó caldo con huevos a varias familias de comunidades indígenas en el Chocó".

Tengo vergüenza... de no poder (¿querer?) hacer nada sino sencillamente escribir.

Tengo vergüenza de país.

jueves, marzo 22, 2007

.. y tu, de que color eres?

Yo vivo en un barrio bastante sencillo de Barcelona, un barrio donde las casas no son las mejores ni los restaurantes elegantes, donde no hay almacenes de ropa de marca y donde muchos de los automóviles que se ven son de carga de material (utilitarios). Un barrio donde en alguna ocasión mientras me dirigía a la biblioteca del barrio oí gritar a un joven de unos 25 años a su novia: "a mi no me importa la condicional, a este tío me lo cargo" -maravillas de esta sociedad, donde incluso los barrios humildes tienen una biblioteca en buen estado, con computadores y libros actualizados y cruzando la calle un centro de salud que funciona. Mi barrio tiene todas esas peculiaridades, pero tiene la fortuna de ser un barrio que parece un pueblo en medio de Barcelona: sin turistas y donde uno va a la ferretería y si no tienen algo, llaman a otra para que le envíen el material, todo esto acompañado por un "usted no se preocupe que yo se que Antonio lo tiene y me lo trae".

Como lo dije hace un par de entradas, mi recorrido al trabajo lo hago en transporte público, tomo el bus a la salida de mi casa y tres paradas después hago cambio al metro. En la media hora que dura el recorrido bajo tierra veo como se sube y se bajan personas con características que me permiten adivinar sin fijarme en el nombre de la estación por que sector de la ciudad voy pasando: vendedores de almacenes de ropa y personas que trabajan en la atención al cliente en el primer tercio del recorrido, turistas madrugadores en el segundo tercio y la última parte, personas vestidas con lo último de la moda para trabajo en oficina. Si una imagen pudiera resumir el recorrido, sería donde se lleva la comida del día. En el primer tercio la gente lleva una bolsa de papel con su portacomidas de plástico donde se puede ver la manzana o el banano sobresaliendo, el segundo tercio, los turistas, una gran botella de agua y frutos secos en una bolsa que sobresale de la mochila en los hombros, y en la tercera parte un portacomidas de diseño, que conserva el calor y es tan bueno que los tupperware que incluye son tan efectivos que se puede llevar sopa sin que se riegue.

A diferencia donde vivo, yo trabajo en uno de los sitios más exclusivos, sino el más, de la ciudad. A la salida del metro me encuentro el Hilton, Starbucks y la sede administrativa de uno de los bancos más importantes de España. En el pasillo que va desde los vagones hasta la calle (algo así como unos 150 metros) hace poco pusieron una publicidad de Sony que se titula "¿y tu de que color eres?..." enfocada a promocionar su nueva linea de ordenadores de diferentes colores: "verde naturaleza, blanco perla, azul cósmico, rosa libertad y negro clásico". Entre todo el tumulto de personas que se bajan en esta parada se pueden adivinar los destinos probables de todos los que salimos del metro en función de su vestir. Las suramericanas en bluejeans que llevan una bolsa de papel donde se ve el uniforme que debe utilizar para limpiar las casas, se dirigen a la zona residencial, y los de corbata, ordenador portátil al hombro y portacomidas de diseño, a la zona de oficinas. Estoy generalizando, pues también se bajan estudiantes, y uno que otro turista que se olvido bajarse una parada antes. Pero lo que me llama la atención por encima de todo eso, es la venta de ropa que hay en el corredor justo antes de salir a la calle. Son dos "puestos", es decir una tela blanca de 2x2 mt puesta en el suelo. En el primero "trabaja" una pareja de marroquíes donde el hombre vigila que no venga la policía a decomisarles la mercancía y la mujer, con una sonrisa que parece sincera, ofrece camisas y pantalones para mujer y bufandas para hombres. El precio promedio: 5 euros. Todas muy buenas imitaciones de primeras marcas. En el segundo puesto, lo atiende un negro* que vende imitaciones -no tan buenas- de bolsos y cinturones de Louis Vuitton y Dolce & Gabana. Todo a 8 euros. Lo que más me llama la atención es que él siempre está recostado en los carteles de publicidad justo al finalizar los puntos suspensivos de "¿y tu de que color eres?...".

Todas las mañanas veo a este negro organizando su mercancía con esmero y con la ilusión de "hoy va a ser un buen día". No tengo ni idea si tiene papeles que le permitan trabajar, si entiende lo que dice la publicidad que se encuentra en la pared, ni si vino en patera o saltando la cerca que hay en Ceuta, ni muchísimo menos si ahorró durante años para poder venir a la Europa que ellos ven en la televisión. No lo sé. Pero la omnipresente publicidad al iniciar el día no deja de preguntarme: ¿y tu, de que color eres?.

______

* Una persona de color, un afro-europeo, un subsahariano, todas esas expresiones me parecen un falso deseo de ser "correcto". Digo negro como homenaje a una raza que históricamente ha sido maltratada y esclavizada al trabajo y al olvido. ¿Que otra raza en el mundo puede decir que a pesar de ser oprimida durante siglos sigue presente y ahora, más que nunca, necesitada por el mundo desarrollado?. Basta mirar en los campos de recolección de fruta de Europa.

viernes, marzo 16, 2007

La corrupción es el aceite del sistema

Corrupción. (Del lat. corruptĭo, -ōnis).
4. f. Der. En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores.
5. f. ant. diarrea.
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española

_______________

"A mediados de los años 90, fue un período extraordinario para el país. Los escándalos se volvieron tan profundos y se desarrollaban a tal velocidad, que cada uno parecía más increíble que el anterior. Era difícil mantenerse actualizado en esta realidad. Una de las revelaciones más impactantes fue nada que menos que descubrir que el jefe de la policía se había comprado para su uso personal apartamentos, fincas, carros y novias. Todo esto con dineros de libre asignación que el estado había destinado para luchar contra un grupo terrorista, o con los "regalos" (en efectivo) que habían sido hechos por los constructores deseosos de tener el contrato de construcción de nuevas infraestructuras. "¿Como alguien podía sospechar que el cura del pueblo se convirtiera en el dueño del burdel?", dijo en su defensa un reconocido político acusado de complicidad en esa desviación de fondos.
Luego se descubrió que el presidente del banco estatal tenía cuentas ocultas sobre las cuales no declaraba impuestos. Incluso el boletín oficial donde aparecen todos los decretos y leyes estaba siendo impreso en papel comprado gracias a los sobornos que le hacían las imprentas al director del boletín. Al mismo tiempo, al partido que estaba en el poder se le demostró que estaba pidiendo -exigiendo- contribuciones ilegales a las compañías más importantes del país, y que parte de estos "aportes" iban a las cuentas del director financiero del partido con los cuales se pudo construir, entre otras cosas, un guardarropa refrigerado para sus abrigos de cuero. Todo esto facilitado por una compleja red de empresas fachadas que "lavaban" el dinero proveniente de estas "ayudas". Para continuar con esta cadena de escándalos, se descubrió un fondo ilegal de dos millones de dolares, del cual todos los partidos estaban como mínimo informados, sino también involucrados, a tal punto que se hicieron llamadas desde todos los sectores para que los primeros dos políticos capturados fueran perdonados inmediatamente. "Entre más rápido pasemos página en este asunto, mejor para todos" afirmo un político de una las regiones más ricas del país."

"Ante esta situación, y otras más, un reconocido escritor afirma haber escuchado de boca del presidente de la nación que "la corrupción es el aceite del sistema: lubrica las ruedas de tal manera que ellas se muevan suavemente y no chillen. Lo único que es necesario hacer es estar seguro que no pasa de determinado nivel"."

***

Cuando leí lo anterior, no sabía si se refería a Colombia o si era como dicen frecuentemente en Europa "algo propio de un país tercermundista". Me tocó leer de nuevo y comprobar que todo lo anterior se refería a la España de los 90 durante el último período de Felipe Gonzáles.

______________
Los
anteriores escándalos corresponden a hechos reales, recopilados en el libro (pags. 138 y 148) GHOSTS OF SPAIN, Travels Through Spain and Its Silent Past. Giles Tremlett. Ed. Faber and Faber. Londres, 2006.

En una entrada anterior hablaba sobre lo relativo que resulta ser la corrupción. Para los interesados: Corrupción?... todo depende

martes, marzo 13, 2007

La realidad es terca

terco, ca.(De or. inc.). 1. adj. Pertinaz, obstinado e irreducible
Real Academia de la Lengua Española

___________

En una entrada anterior lanzaba algunas miradas perdidas sobre la feria de la marihuana que se hizo en Barcelona hace un par de meses y proponía que inspirados en esta feria se explorara el mercado de los productos derivados de la coca. Creía que si en este lado del charco se podía hacer eso, aquí en Europa donde son los principales consumidores del mundo (España ocupa a nivel mundial el segundo lugar), en Colombia donde somos los productores, una feria similar no debería tener mayores inconvenientes. Pero como siempre, la realidad es terca y yo un iluso.

La semana pasada recibí un correo donde se advertía que se iba a restringir el comercio derivado de la hoja de coca porque su comercialización viola "la Convención de Naciones Unidas sobre drogas de la cual el estado colombiano es signatario, en vista de lo cual en adelante, solo podrán elaborarse y consumirse en los territorios indígenas". Busqué información al respecto pero tan solo hoy pude encontrar la confirmación que esto no era tan solo "rumor", sino una realidad. Esta confirmación venía desde un periódico colombiano (ver noticia) que presenta el impacto, evidentemente negativo, que tiene esta decisión en la economía pues cerca de 2.000 personas que se quedarán sin trabajo. Las razones de esta prohibición por parte del estado se basan en convenios firmados hace 46 años; por otro lado, los indígenas argumentan que la verdadera razón son los intereses de Coca-Cola en este segmento del mercado. Desafortunadamente desde la investigación y posterior boicot que desarrolló la Universidad de Michigan, entre otras instituciones, en contra de esta multinacional por sus prácticas en los mercados de Colombia y la India, tengo que decir, que me cuesta creer en la inocencia de la "chispa de la vida". El lado confabulatorio de mi imaginación me dice que se relaciona con que Coca-Cola importa 105 toneladas de hoja de coca al año de Bolivia y temen que el precio de esta materia prima se incremente.

Al respecto de todo esto me pregunto si esta justificada la satisfacción generada en Colombia con la moda del bioetanol, inaugurada por el presidente Bush en su visita a Latinoamérica, mientras que muchos otros países ya nos llevan una gran distancia (en Brasil el 80% de los vehículos funcionan con está tecnología) en su implementación. Sin embargo, mientras vemos como en otros países ya es una realidad este mercado y para nosotros tan solo una promesa de proyecto, nosotros seguimos dejando a un lado el conocimiento milenario de los indígenas. No propongo dejar de producir bioetanol, ni tan solo no invertir en este mercado emergente, mi inquietud se enfoca a que apoyando este tipo de proyectos son donde está el verdadero "El Dorado" que creemos se encuentra tras el nuevo combustible.

Un ingeniero de una de las pocas multinacionales energéticas colombianas, me decía ayer que con el bioetanol en unos cuantos años Colombia puede convertirse en uno de los principales productores a nivel mundial. Eso es una probabilidad, pero dudo mucho que eso ocurra si nos centramos únicamente en esa posibilidad y dejamos a un lado los proyectos en los cuales tenemos todo el proceso en nuestras manos : el conocimiento, el cultivo, las tierras, la tecnología... Quizás este tipo de iniciativas no nos incremente el PIB, ni haga de Colombia un país vanguardista en investigación y desarrollo, ni nos coloque en la cabeza del indice de desarrollo humano, pero probablemente sea un verdadero granito para tener algo mucho más complicado que todo lo anterior: dejar de matarnos.

Es fácil pensar que los negocios basados en este tipo de productos no son muy rentables, sin embargo creo que los más de 142.000 resultados que da el google cuando se busca "grow shop" -almacenes especializados en comercializar productos para el cultivo casero de marihuana-, siembran la duda en cuanto a la no rentabilidad de este segmento de mercado. Si la duda persiste, los invito disfrutar de una fría cerveza producida a partir de la hoja de marihuana y que se puede conseguir en muchos de los supermercados europeos.

viernes, marzo 02, 2007

Grandes anuncios para grandes propósitos

Diariamente retomo algunas de las muchas batallas que tengo con varios molinos de viento. Sin embargo la que puedo librar más habitualmente es pensar que cuando yo utilizo el servicio público en lugar del vehículo que tenemos en casa aparcado desde hace casi un mes, no solo estoy evitando el tráfico cotidiano, sino que contribuyo a evitar que se siga contaminando el medio ambiente. Con estas batallas diarias el único triunfo al que puedo aspirar es cada noche ir a la cama con la conciencia tranquila de saber que el planeta al final del día estará más contaminado, pero a pesar de eso, dormir tranquilo.

Hoy después de salir de esa batalla perdida contra la contaminación del planeta, es decir, salir del metro, me encontré con un aviso en uno de los buses urbanos de Barcelona que dice que funciona con gas natural. Grandes anuncios para grandes propósitos. Estos buses hacen parte de una campaña del gobierno central con el objetivo de que España deje de ser uno de los países más contaminantes de Europa y el que menos cumple el Protocolo de Kioto. La satisfacción de no sentirme solo en mi lucha con los molinos de viento duró hasta que cambio el semáforo y los peatones pudimos cruzar.
Justo al otro lado de la calle hay un puesto de revistas donde el "pan caliente" son los periódicos. Como hago todas las mañanas cumplí con diario deber de desinformarme leyendo la primera página de cada uno de los periódicos. Por encima del siempre constante tema de la "crispación política entre los partidos", me llamó la atención ver anunciado en primera página el aumento de venta de coches 4x4 para uso urbano. Es decir, que mientras que yo iba en un metro casi sudando debido a la calefacción "siempre-en-verano" que se usa en esos vagones, otras personas utilizaban el trozo de aire que yo dejaba de contaminar, para ocuparlo con sus no-se-cuantos-caballos de fuerza destinados a mover a una persona de 80 kg entre su gimnasio, su casa y el trabajo. En fin, son batallas contra molinos de viento.

Es curioso como el tema de la contaminación se asume en diferentes partes del mundo. Cuando vivía en Bogotá, el día sin carro -un día que se celebra en muchas capitales del mundo y durante el cual todos los desplazamientos se deben hacer en transporte público-, vi como este objetivo se cumplía en un porcentaje bastante elevado. Sin embargo cuando llego a Europa y veo que ese mismo día sin carro teniendo el mismo objetivo se cumplía de una manera muy diferente. Se cerraban unas cuantas calles al tráfico rodado y los políticos de turno anunciaban sus medidas para reducir la contaminación estimulando el uso de energías alternativas, promoviendo el transporte público y anunciando las medidas correspondientes. Pero eso era todo: un atasco de unas cuantas calles, un par de declaraciones políticas y el cubrimiento de los medios al respecto.

Una de las alternativas propuestas para combatir la contaminación producida por el transporte, es el fomento de combustibles menos contaminantes, y por eso el bus que vi a la salida del metro. Mientras escribo esto me acuerdo de la sorpresa que le causo a un amigo español de visita en Ibagué cuando llegando a una estación de gasolina, vio una "marea amarilla" formada por taxis. La primera reacción de él al ver tal cantidad de taxis concentrados, fue pensar en una huelga, un reten o cualquier cosa ligada a los tópicos que se manejan respecto a Colombia. Su sorpresa aumentó cuando vio que lo que estaban haciendo todos esos taxis era hacer fila para llenar su deposito con gas. Luego le explique que no solo los taxis utilizaban esta tecnología, sino que también la usan los buses urbanos y que cada vez hay más estaciones de gas por la ciudad. Mi amigo no pudo dejar de seguir sorprendiéndose. Colombia en cada esquina le deparaba una sorpresa.

Hace un par de semanas en mi labor desinformativa leía como los campesinos mexicanos estaban organizando marchas por el aumento de costo uno de sus principales alimentos: las tortillas de maíz. La razón se encontraba en que los Estados Unidos estaba comenzando a consumir combustible derivado del maíz y eso había llevado a que los precios de ese grano se dispararan. Dentro de poco, los cultivos de maíz serán tan importantes como los de petróleo hoy en día. Sin embargo como hoy en día, los productores seguirán siendo pobres, y los consumidores, ricos. Si queda duda, ¿hoy en día que países exportadores de petróleo tienen un nivel de vida tan alto como los países que lo importan?

Al final, quizás el quid del asunto consiste en entender que el desarrollo sostenible es un proceso por medio del cual los ricos se desarrollan mientras los pobres los sostienen.

___

Reflexión inspirada desde tiempo atrás por Juanchumas. Merci
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...