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Fausto. Goethe, J. W. Ed. Espasa Calpe. Madrid, 2007
"UN BURGUÉS
No, no me gusta el nuevo alcalde. Desde que desempeña su cargo está cada día más insolente. Y ¿qué hace por la ciudad? ¿No está cada vez peor? Hay que obedecer más que nunca y pagar más que en ningún tiempo anterior.UN MENDIGO
Distinguidos señores y bellas damas (...) Solo es feliz aquel que puede dar. El día que es de fiesta para todos es para mí un día de cosechaOTRO BURGUÉS
Los domingos y las fiestas no hay nada mejor que charlar de guerras y batallas, mientras que allá, en la lejana Turquía, los pueblos luchan entre sí. Uno bebe su vaso sentado junto a la ventana, ve las barcas engalanadas que van río abajo y vuelve a casa bendiciendo las épocas de paz.TERCER BURGUÉS
Eso mismo hago yo, señor vecino, y allá pueden abrirse la cabeza y todo puede andar revuelto con tal de que en casa siga como siempre"
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Ciudades del mañana. Historia del urbanismo en el siglo XX. Hall, P. Ed. del Serbal. Barcelona, 1996
***"Fueran cuales fueran las causas, no había ninguna duda sobre los efectos. Durante la segunda mitad de los años 1880, se notaba en todas las ciudades, pero sobre todo en Londres, una sensación de cambio cataclismático, incluso violento. Los temas del momento, como Beatrice Webb escribió más tarde, eran "por una parte, el por qué de la pobreza de gran número de personas; y, por otra, si la democracia industrial y política era practicable y deseable como punto de partida para compensar los agravios de la mayoría".*
*Publicado en 1926
Cuando la gente no tenemos razón. Marías, J. Publicado en El País (16 de septiembre de 2007).
***"Lo único que la democracia garantiza es esto: a) que se renuncia a la fuerza para la obtención del poder; b) que asimismo se renuncia a la fuerza para echar a un Gobierno, aunque a muchos les parezca que lo ha hecho mal o que es nocivo para el país. Lo que jamás garantiza, y eso lo deberíamos tener muy claro, son gobernantes justos y honrados.
Por eso resulta irrisorio que tantos políticos actuales apelen al origen democrático de su poder como apelaban antiguamente los reyes al supuesto origen divino del suyo. (...) Haber sido elegido democráticamente sólo blinda -o debe blindar- contra un golpe de Estado, contra el derrocamiento violento del gobernante. Nada más. Pero en modo alguno hace a éste bueno. Y para ser -seguir siendo- verdaderamente democrático no basta con haber sido elegido de ese modo, aunque sea condición necesaria. (...)
Dicho de otra forma: los alemanes de hoy ven el nazismo como un desastre, una equivocación y un horror, pero los alemanes contemporáneos de ese mismo nazismo lo veían como la mayor bendición de su historia; lo cual, por desgracia, no hace mucho más sabios a los alemanes de ahora sobre su momento actual. O, por recurrir a otro ejemplo: casi todos los norteamericanos condenan hoy los excesos y abusos del McCarthismo de los años cincuenta, y en cambio no desaprueban algo mucho más grave que aquello y que se da en nuestros días, el Guantanamismo."
Algunos dirán que los países con una democracia consolidada y madura son los que tienen una calidad de vida más elevada, eso es innegable. Sin embargo, las prácticas que utilizan para mantener este nivel de vida, ¿se pueden considerar democráticas? Creo que un país para ser considerado democrático, no solo tiene que serlo por medio de sus elecciones, sino también por sus acciones. De nada sirve ufanarse de tener unas elecciones frecuentes, si las acciones de los políticos escogidos no son democráticas. Elegir el corrupto en unas elecciones limpias, no es un salvoconducto, ya lo dice Javier Marías en su blog: para ser -seguir siendo- verdaderamente democrático no basta con haber sido elegido de ese modo, aunque sea condición necesaria. También hay que gobernar de ese modo.
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PD. Después de volver a leer todo esto, me sigo preguntando el sentido de escribir cuando ya todo parece que haya sido escrito una y mil veces hasta la misma saciedad.