Sin embargo, esta pausa también ha sido una buena oportunidad para auscultar el mundo del cual siento que por momentos me desconectara y olvidara de su existencia y transformaciones. Así que intentando ver en qué ha cambiado mi entorno, vuelvo a leer esas miradas perdidas que han ido quedando en este espacio.
Una lectura rápida me lleva a pensar la dinámica que mueve el mundo sigue siendo la misma, las noticias las mismas:
- los miedos mutando de nombre, pero siempre escondidos detrás de identidades idealizadas o de frágiles seguridades,
- ahora en época veraniega en Europa, los titulares son los mismos (“cuidado con el calor”, “vuelve el sol y la playa”, “el problema de los turistas”…),
- el miedo a lo diferente no cambia,
- gracias a la crisis hay un relativo consenso que es necesario cambiar el modelo, pero da la impresión que esperemos que este cambio no afecte mi cotidianidad ni muchísimo menos la posibilidad de que cuando pase esta coyuntura, podamos comprar lo que queramos sin importar lo que necesitemos,
- aunque para muchos algunas verdades siguen siendo muy evidentes, todavía quedamos algunos que no las logramos ver en solo dos colores (blanco o negro): inmigración, guerrilla, Uribe, Obama, Europa, “capital o muerte”,
- el futbol y el circo que se monta en su entorno sigue siendo el opio del pueblo
- en Colombia sigue estando presente la misma discusión a “grito pelado” en el cual ni los unos ni los otros nos hemos dado cuenta que mientras gritamos, los otros se mueren (en la selva o en la calle),
Volver a leer lo escrito en este espacio es como un déjà vu de muy largo aliento y la pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué sentido tiene este espacio?...
*Gracias a LFPH desde Cartagena (Colombia) quien fue el desencadenante de esta seudoentrada.