domingo, febrero 24, 2008

La ciudad de la furia

En sus caras veo el temor
Ya no hay fábulas
En la ciudad de la furia

La ciudad de la furia - Soda Stereo
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Desde que conocí Barcelona siempre me llamó la atención la escala humana que tiene la ciudad. Es una ciudad que fue pensada y diseñada hace casi 150 años por Idelfonso Cerdà, y que aún hoy, a pesar de los cambios sociales que han habido, sigue mostrando sus virtudes y solidez. Sin embargo, últimamente, y gracias a la excesiva normatividad referida a la convivencia entre sus habitantes, la ciudad humana que tanto me gustaba, está dando paso a la ciudad de las normas y las restricciones. De la ciudad mediterránea, caótica, diversa y viva, se está pasando a la ciudad de las normas y del diseño. Con esto no defiendo la ciudad sin ley, por el contrario defiendo la ciudad de las leyes pensadas para disfrutar de ella y estoy en contra de la ciudad que prioriza la admiración de sus espacios urbanos sobre su utilización. Me imagino que priorizo la vida urbana sobre la belleza urbana.

Este breve pre-epitafio a la ciudad humana que conocí hace 10 años, tiene que ver con un artículo que salió en días pasados en la Vanguardia, que refleja una entrada que siempre me pensé en escribir y que sin saber la razón, nunca lo hice. Cuando leí este artículo me acordé la primera vez que, en una de mis eternas caminatas por sus calles, vi una señal que no pude creer y tuve que verla varias veces y preguntar varias más para confirmar que era cierto lo que entendía. En una esquina cualquiera -ni más bonita, ni más fea, es decir, una esquina de barrio- vi al lado de una señal de prohibido sacar a los perros sin lazo, una señal que tenía un balón con la señal de prohibido. Cuando lo pregunté, me confirmaron mis peores sospechas: no estaba permitido jugar con un balón en la calle.

Este artículo que transcribo, tiene que ver con la muerte de la ciudad pensada para vivir y crecer, y el nacimiento de la ciudad para pasar y observar. Hoy creo que Barcelona ha pasado de una ciudad viva a una ciudad de diseño, de una ciudad con los niños en la calle a la ciudad temática.

En fin. Paz en la tumba de la ciudad que conocí.

omchamat

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Los niños de Barcelona disponen cada día de menos espacios de ocio

Enrique Molina chuta, pero chuta flojo, y su hijo Pau, de 12 años, le devuelve la pelota de goma con una patada un tanto reprimida, en el parque del Escorxador, junto a la plaza Espanya. "Cuando yo era pequeño - relata el padre, de 36 años-, después de que derrumbaran el matadero, esto era un solar con una valla y todos los críos del barrio la saltábamos para jugar a la pelota; luego nos apañamos un agujero para entrar". "Yo los vigilaba desde la ventana de la cocina", dice sentada en un banco su madre, Felicitas, abuela de Pau. El niño pisa prudentemente la pelota mientras una pareja de ancianos se aleja. "Porque por aquella época había hombres que se acercaban a los niños diciendo que eran entrenadores de fútbol, pero era mentira", añade Felicitas.

Aquí los niños no juegan entre ellos como salvajes, juegan con sus padres, con moderación, sus pantalones nunca necesitan rodilleras. "Antes esto estaba lleno de agujeros y taludes, piedras y grava - prosigue Enrique-. Teníamos las rodillas siempre destrozadas. Organizábamos los equipos.

Nos peleábamos. Nos defendíamos de los críos de otros barrios que venían a robarnos el solar, a conquistarlo. Sin adultos. Era un mundo aparte. Ahora es un parque muy bonito, pero algo se ha perdido. Ahora los críos juegan al balón en el colegio, con entrenadores, árbitros, equipación... El pequeño Pau lo confirma. El niño no deambula en pandilla por la ciudad en busca de descampados. Juega al futbito de manera tutelada en las controladas instalaciones de su colegio.

"Es una desgracia - dice el poeta Enric Casasses-. Estamos sacando a los niños de las calles, vivimos en la sociedad del control, el miedo, los coches, el negocio. Las terrazas de los bares y las rotondas de las carreteras son más importantes que los juegos de los niños. El negocio es ya más importante que la diversión de los niños. Yo nací en Sant Gervasi, y cuando era pequeño, entre Gràcia y Via Augusta, y en los alrededores de General Mitre, había muchísimos descampados. Ahora sólo hay edificios, normas, prohibiciones, señales, signos... Todo está regulado, cada centímetro cuadrado de la ciudad tiene una clara función.

Todo es orden y miedo a la libertad. Faltan en las grandes ciudades espacios anárquicos para los chavales -concluye el poeta-, espacios de libertad donde aprender a vivir a base de pedradas, como antes. Ya no hay lugar para la espontaneidad. Y la consecuencia es que los niños se hacen mayores prematuramente. Antes las madres mandaban a los niños a jugar a la calle. Ahora necesitamos centros y organismos con autorización oficial para todo. Los descampados siempre permanecerán en mi espíritu. Estamos perdiendo una cultura tribal infantil de orígenes probablemente prehistóricos".

Aguardar a que los líderes elijan uno a uno a los que formarán sus equipos, sobreponerse a ser escogido tras el chaval que tiene una pierna más corta que la otra, y el positivo reflejo de lo que para uno es una humillación: la superación personal, crecerse ante las adversidades, unir fuerzas contra los abusones... A pocos minutos del parque del Escorxador, en un colegio religioso del Eixample se celebra una jornada de una liga de fútbol sala. Los preadolescentes lucen equipación. Sus gestos - cómo se suenan los mocos regresando de espaldas a la defensa tras lamentar que el chut se fuera alto- son los propios de los futbolistas profesionales. El entrenador increpa al que se desmarca de la táctica y encara individualista un tercer regate. Los padres comentan la clasificación. Los de rojo retrasan la pelota y duermen el partido porque quedan pocos minutos para que se acabe y ganan por uno.

Josep Maria Elias i Costa es el presidente del Col · legi de Pedagogs de Catalunya. "El excesivo tutelaje de los juegos de los niños no trae una mejora de su desarrollo - sostiene-. Antes de los seis años debe imperar el control sobre todas las actividades del pequeño, pero entre los siete y los quince años los niños deben contar con cierta libertad para reforzar la autonomía, la responsabilidad y las herramientas psicológicas para encarar conflictos, aceptar la derrota, pedir ayuda...".

"Los niños - añade- tienen que mezclarse, luchar, competir, medir sus habilidades. Ello los dota de la capacidad de reflexionar por qué no han salido adelante. A mayor control, mayor inmadurez y menos imaginación. Cuando yo era niño, jugábamos a meter las pinzas en los agujeros de los árboles: defendías y atacabas. Entonces las pinzas eran cualquier cosa, por ejemplo una pistola. Ahora, si preguntas a un crío para qué sirven, te dirá que para tender la ropa", argumenta.

"Los niños crean juegos y reglas con cualquier cosa, sólo hay que proporcionarles los elementos - concluye el portavoz de los pedagogos de Catalunya-. Nuestra sociedad padece una exagerada sobreprotección de la infancia, especialmente en las grandes ciudades como Barcelona, porque la urbe es más agresiva, su tráfico más peligroso y en la sociedad de la información uno se entera de todas las desgracias que ocurren en el mundo: el resultado es que uno teme que eso le pase a su hijo".

Seis chavales del barrio del Raval de unos diez años saltan entre berridos la valla del CEIP Collaso i Gil. Juegan a Peligro: "Sólo puedes darle a la pelota una vez antes que le dé otro", "al que le das pierde vida", "tocado, herido y muerto", "los muertos son eliminados y gana el último", "me quito las gafas porque una vez me las rompieron", "hay que colarse porque por aquí no hay sitios para jugar", "hay pabellones pero tienes que pagar", "el Peligro es mejor que el fútbol porque a muchos sus padres no les dejan ir a la calle por la tarde y casi nunca podemos formar equipos potentes", "los bebés tienen sitios con tobogán", pero "allí las madres no te dejan jugar a Peligro", "yo estoy haciendo un plan para colarnos en el Camp Nou", "y yo me voy a colar en tu casa", "no", "sí", "te vas a enterar", "¡todos contra todos!", "¡mi brazo, mi brazo!".

El urbanista Lluís Brau se crió en la plaza Lesseps. "En los cincuenta era una gran explanada sin urbanizar frecuentemente embarrada donde estábamos horas jugando. En otoño venía una feria en la que pasábamos las horas sin un duro. Ninguna plaza, ni la somera urbanización de los sesenta, ni el burdo Scalextric de los setenta, que ahora se sustituye por otro de diseño, llegará nunca a tener para mí el encanto, la funcionalidad ni el uso urbano del antiguo descampado inundable.

En los alrededores había solares vallados donde nos colábamos y montábamos guaridas. Una vez se me clavó una espina de palmera y me tuvieron que poner la vacuna del tétano y estuve varios días sin ir al colegio y...". El urbanista Brau también dice que el protagonismo del coche y la presión del mercado inmobiliario expulsan de las calles a los críos. Añade que el tráfico mata cada año en Barcelona a una cuarentena de personas y por eso a los padres les da miedo que sus hijos vayan solos por la ciudad. Y que la presión del mercado inmobiliario es tan fuerte que la alta rentabilidad económica de cada metro cuadrado destinado a usos privados relega a un segundo plano en el proceso de toma de decisiones los etéreos beneficios sociales del uso público del suelo.

"Ello no debe achacarse sólo al mercado como un ente anónimo que funciona independientemente de la voluntad política - agrega el también urbanista Ferran Navarro-: las instituciones tienen una gran responsabilidad". Hace un lustro, Navarro fue uno de los impulsores de la plataforma ciudadana Recuperem les Places de Gràcia. "Reivindicábamos que las plazas fueran espacios de ocio infantil y no una prolongación de los bares. También pedimos al Ayuntamiento que ejecutara el plan de espacios públicos que había aprobado tras un amplio proceso de participación ciudadana. El plan dotaba a Gràcia del doble de espacios públicos de los que tenía, y de los que tiene. El Consistorio se enrocó argumentando que el plan no era económicamente viable. El problema es que las corporaciones locales recaudan una proporción muy importante de sus presupuestos mediante impuestos de obras. Luego, los promotores urbanizan una plaza insuficiente para las viviendas de nueva construcción que levantan, pero las administraciones se conforman. Los municipios son reticentes a reformar la ciudad consolidada porque son operaciones difíciles que comportan pérdidas de votos a corto plazo. Oriol Bohigas se preguntaba por qué el Ayuntamiento insistía en hacer tantos patios interiores en el Eixample en vez de expropiar una manzana y hacer un gran parque, un lugar de encuentro", sostiene.

Navarro termina diciendo que, a pesar de que en la cultura mediterránea el espacio libre es una necesidad social, "nuestros niveles en este sentido son tercermundistas. Por ley, a cada ciudadano le corresponden cinco metros cuadrados. En Inglaterra son 25. Y el verdadero espacio libre es el que está a cinco minutos de casa, no en Montjuïc o en el Tibidabo. Además, en la ciudad de Barcelona se consideran algunas calles como espacio libre, como se consideraron las copas de los árboles en la época de Porcioles". Pero allí no se juega.

miércoles, febrero 20, 2008

Para comprender mejor

Desde pequeños necesitamos hablar sobre lo que creemos sentir, a opinar sobre lo que creemos saber, a criticar lo que creemos que sienten los otros, o a exigir sobre como se deberían hacer las cosas. Pues bueno, como toda larga caminata comienza con el primer paso, y el camino para comprender que es lo que realmente pasa a nuestro alrededor es bastante largo -por no decir sin fin- propongo hacer un listado de cosas que todos, al menos una vez en la vida y durante el tiempo necesario para aprender la lección, deberíamos hacer para acercarnos a esos seres extraños que no somos nosotros mismos:
  • Para apreciar el valor del agua: quedarnos todo un fin de semana sin conocer el privilegio y el hecho casi mágico que con el simple giro de un aparato metálico salga toda el agua que necesitamos (y la que no también).
  • Para disfrutar de cada trozo de comida que te ofrecen: levantarse un día en el medio de la nada y saber, que a pesar de no haber cenado la noche anterior, durante el día no habrá nada que nos pueda alimentar. Sentir como la sensación del hambre va mutando lenta e irremediablemente hasta convertirse en algo tuyo: primero es una lenta ansiedad, luego una pequeña acidez en el estómago, durante el sueño una posible pesadilla y al despertar un dolor de cabeza que sin ser muy fuerte, no te deja olvidar que desde hace 24 horas no has comido nada. A todo eso le debemos sumar la tristeza de saber que durante todo el día tampoco tendrás nada que comer y que a pesar de tus intentos será imposible no acordarte de de todos los platos que rechazaste por aspectos que en su momento parecían importantísimos: color, olor...
  • Para apreciar la comodidad de una cama: dormir una noche en la calle. Una idea: hacer una fila para pedir un visado a un país donde necesiten inmigrantes pero, a pesar de necesitarlos, ponen todas las trabas para impedir su viaje.
  • Para sentir lo que significa no ser comprendido: un día, solo un día, tratar de comunicarte solo con gestos. No importa lo que digas, ni siquiera si lo que dices ya lo sabe todo el mundo, al final siempre habrá alguien que no te entienda, otros que no te quieran entender por simple y llana pereza, o lo que es peor, te encontrarás con quien te conoce desde hace años, pero por cosas de la vida, te malinterpretará y no te volverá a hablar en tu vida.
  • Para comprender a aquel que hace unos años vivía donde había nacido y hoy, por diferentes circunstancias, es vecino nuestro: A los europeos les sugiero volver a contactar a ese familiar cercano que hace años se fue a "hacer las américas" y no ha vuelto. A los colombianos, hablen con sus padres, tíos o abuelos, e investiguen hace cuanto abandonaron el campo y las razones que los expulsaron a la ciudad. Al final creo que llegaremos a la conclusión que todos somos hijos de una migración producida por violencias económicas o políticas, pero tercamente insistimos en creer que siempre hemos sido sedentarios, cuando nuestra historia nos dice que nunca hemos dejado de ser nómadas. Se nos olvida que la historia la provocan los que viajan, los que se quedan en su sitio, tan solo la escriben. El nómada es un actor, el sedentario, un espectador.
  • Para conocer la riqueza que tienen las cosas pequeñas: vuelve a leer las caricaturas con las que creciste. Te darás cuenta de lo sencilla que puede llegar a ser la vida, pero también descubrirás a aquel extraño ser en que, sin quererlo, te has convertido -pero no por eso un ser mejor ni peor, sencillamente, extraño.
  • Si sales a caminar por la montaña y te encuentras con desconocidos, tiendes a saludarlos. Intenta hacer eso en la ciudad, no en el centro, si no en una calle poco transitada. Seguro que te reirás de lo agresiva que puede llegar a ser una sonrisa o unos "buenos días, como está"...
En fin. Es un primer listado que en mi caso me ha servido para acercarme un poco más a los demás y entenderlos un poco mejor, y lo que es más importante, me ha servido para alejarme de mi mismo y verme con otros ojos. Sin embargo, como lo dije al comienzo de esta entrada, el camino para comprender al otro es largo, pero es más largo, complejo e interesante el que nos permite vernos desde otro punto de vista.

... y para el que lee estas palabras, algún ejercicio para añadir a la lista?...

domingo, febrero 17, 2008

La violencia en Colombia (II)

Como no he tenido tiempo para actualizar este espacio como me gustaría -la pregunta que plantee aquí hace un par de semanas sobre a quién le pertenece mi tiempo, sigue estando en el aire- aprovecho para seguir con la serie de entradas sobre la violencia en Colombia.

Cuando leo los debates sobre las causas o los responsables de la violencia en Colombia no puedo evitar sentir vergüenza de ver que la discusión no es sobre si es verdad lo que dice el otro, sino que toda argumentación se centra en descalificar, menospreciar o desacreditar a la persona. El debate sobre los argumentos es cada vez más escaso y si seguimos por ese camino, volveremos al mismo punto de partida del que parece nos encontramos hace 60 años a pesar de todos los muertos que hemos visto, pero sobretodo a pesar de todos los muertos que no hemos querido ver.

Sin más preámbulos, el texto.

omchamat

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"¿Por ventura se registran estos hechos entre los salvajes? ¿O siquiera entre caníbales? ¿Qué deidad diabólica cierne sus negras alas sobre Colombia? ¿En qué país del hemisferio occidental o en el mundo entero se registran semejantes crueldades obedeciendo a una consigna infernal? En ninguna parte. Solo en Colombia están ocurriendo tan abominables hechos. Violaciones de mujeres que caen en las garras de estos vampiros de la virtud: profanación y muerte de los sacerdotes; miembros mutilados, lenguas y ojos arrancados, extremidades cortadas por partículas, entrañas abiertas a barbera y machete, cabezas cortadas, pies y rostros desollados; hombres, mujeres y niños crucificados, bienes materiales robados y reducidos a pavesas; templos, imágenes, objetos sagrados sacrílegamente profanados. El infierno en tierra, sin mano fuerte que contenga eficazmente la avalancha y vengue la justicia de tan horrenda manera violada"
Excelentísimo señor Miguel Angel Builes "Pastoral para la Cuaresma de 1951" transcrito por Testis Fidelis. El basilisco en acción o los crímenes del bandolerismo (Medellíin, 1953), p. 109.

"La guerra de hoy es una guerra fría y no se realiza entre dos bandos armados. De una parte opera una fuerza pública que hace la "pacificación" a la manera del general Pablo Morillo en la época de la Reconquista; de otra, actúa una rebelión primaria, elemental, caótica, que devuelve golpes a ciegas y que no aspira a decidir políticamente nada. Todas las clases altas han desaparecido de este escenario, de esta lucha cruenta, de este drama que no da cuartel y que rebasa todas las fronteras de la resistencia humana.
"Hay quien pregunta, ¿por qué se ha perdido el valor de la vida humana?"
"Estamos cosechando la única siembra que han hecho nuestros partidos históricos: en esta sangre derramada, en estos delitos infamantes, en esta crueldad sin castigo, se resume el sentido de nuestra historia partidista. Los verdaderos responsables de este derrumbamiento no son los delincuentes vulgares: es el sistema político que los toma como sus instrumentos, como sus órganos de dominio, que los alienta, que los estimula, que los remunera, que los premia. "Ahí está el pueblo, en ese subsuelo anónimo, invisible a los ojos, fuera de todo horizonte político. Nadie ha querido verlo: los republicanos de todos los partidos han hablado de su soberanía y han escarnecido su incapacidad de moldear y conducir su propia suerte. Le han movilizado para las guerras electorales o para las guerras civiles y le han dejado ahí, al margen de la historia, aislado de una patria que no está presente en sus necesidades, en sus problema, ni en su drama biológico y espiritual.
"Los intelectuales, las élites, los grupos dirigentes, son responsables de esta degradación multitudinaria, de esta renovada mutilación de todos los hombres humildades... Son responsables por su cobardía, por su egoísmo, por su estrechez moral, por su noción deforme de la patria.
"Todos somos responsables. Todos estamos viviendo -conformes, cristianos, fríos, monstruosamente tranquilos- sobre esta herencia de sangre. Lloramos leyendo la María [¿Cuantas lagrimas no se derramaron el día en que gracias al facebook se movilizaron millones de personas en todo el mundo?], pero nos negamos a conmovernos y a detener las aguas negras que corren por debajo de nuestros pies y por encima de nuestro espíritu."

Antonio García, "Prológo" a la novela Viento seco, por Daniel Caicedo (Buenos Aires, 1954; 3ª ed.), pp. 15-43 passim.

"Como epílogo lancinante de todo este tremendo proceso conflictivo que padeciera el país, queda el grito de campesinos antioqueños que así lo estampan en su carta memorable:

"Hijos y padres de familia caen asesinados en la oscuridad de la noche o a la clairdad del día. Unas veces dormidos; ya limpiando sus sembrados o bien transportando sus frutos hacia el pueblo... Multitud de campesinos abandonan, unos sus chozas y sus huertas; otros durante semanas y semanas duermen en el monte sujetos a las inclemencias del tiempo.
"Muchos se aglomeran en poblados, sin pan, sin techo y sin abrigo.
"¿Por qué nos asesinan si nuestro único delito es labrar la tierra, creando la riqueza nacional? Ya no hay cosechas. El habitante de los pueblos empieza a sufrir la escasez de alimentos. ¿Por qué tenemos que abandonar nuestros sembrados, fruto de nuestra tenacidad y paciencia?
"Hombres sin Dios y sin conciencia son esos infernales bandoleros.
"Cadáveres de nuestros hermanos hemos tenido que dejar a la interperie y huir. Hijos agónicos hemos tenido que recoger en nuestros brazos.
Carta de campesinos de Cañasgordas, 4 de julio de 1951, transcrita por Testis Fidelis, op. cit., p. 123

La violencia en Colombia.
Orlando Fals Borda, Monseñor Germán Guzmán, Eduardo Umaña Luna
Editorial Taurus. Bogotá. 2005. pp 132-134


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PD. Muchas gracias por la paciencia de los habituales lectores de este espacio que a pesar de no haberlo actualizado, siguieron pasando por aquí a la espera de nuevas entradas.

viernes, febrero 08, 2008

Seudonoticias sobre la inmigración

Aunque me había prometido no hablar de este tema, la verdad que son tantas las seudonoticias y seudopropuestas que últimamente estoy escuchando sobre la inmigración, que no pude evitar hacer una entrada recopilando esas frases celebres de los seudopolíticos en campaña con la esperanza que de aquí a unos meses o años, las cosas hayan cambiado. Pero la verdad que lo veo complicado.

De todos modos, aquí va un muy breve listado de esas "perlitas políticas". Entre paréntesis aparecen algunas miradas perdidas que no pude evitar hacer:

El PP propone un "visado por puntos" para inmigrantes

Rajoy quiere analizar a los extranjeros según su país de origen, formación académica y capacidad de adaptación para favorecer la entrada de unos u otros.

Pizarro dice que no robar y que no te corten una mano por hacerlo son costumbres españolas
(Como cambian las costumbres españolas, hace treinta y cinco años, tan solo treinta y cinco, si pensabas diferente tenias, como mínimo, la cárcel como sitio para reflexionar, o la muerte misma para descansar).

España es "el país más solidario del mundo" porque es el que más inmigrantes acoge, puesto que el 10% de la población que vie en España es extranjera y esto supone un "esfuerzo tremendo" de acogida
(y lo peor es que muchas personas se van a creer esta "genialidad")

"Aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada, cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia"

(tan maravillosos que ya nadie quiere hacer esos trabajos... y quienes los están haciendo??... los inmigrantes. Esto lo dijo la misma persona que está convencido que por el hecho de recibir inmigrantes España es un país solidario. Si no me creen, aquí está el video. Aunque quizás lo que pasa es que este personaje entiende que ser solidarios es vender armas a buen precio a los países en guerra y se le olvida que España es uno de los principales vendedores de armas ligeras a los países africanos.)

Como se me está revolviendo el estomago de leer todo lo que se dice al respecto, prefiero dejar aquí esta entrada. Pero antes de poner punto seguido -seguro que esto no para acá y en próximas entradas volveré a tratar sobre la hipocresía de una parte de los políticos y de la sociedad-, quiero recoger los resultados de una encuesta virtual en uno de los periódicos de mayor circulación de España (La Vanguardia). A la pregunta de "¿Cree que los inmigrantes deben firmar un "contrato de integración"?", las respuestas de 4.095 lectores, que hasta el momento han respondido esa encuesta, son de 70% a favor y un 30% en contra. Por supuesto que por los métodos utilizados estos resultados no son del todo fiables, pero creo que como termómetro de la sociedad, puede ser una aproximación a lo que se siente en la calle, pero que nadie se atreve a defender en público. Ojalá que esté equivocado. Ojalá.

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Mi mirada perdida: ¿Que pasaría si todos los inmigrantes nos pusiéramos de acuerdo para no comprar nada que no sea indispensable para llegar a nuestros trabajos? Es decir: por un día llevar la comida de la casa al trabajo y no ir a comer al restaurante de siempre, por un día no tomar el café en el bar de la esquina, o no comprar el periódico...

sábado, febrero 02, 2008

Porque (no) voy a la marcha del 4 de febrero

El próximo 4 de febrero -a raíz de una iniciativa nacida en facebook de un grupo de colombianos, cansados de las barbaries que desde hace años comenten las FARC- está prevista una marcha simultánea en diferentes ciudades de Colombia y del mundo, bajo el lema de "No más FARC". Como siempre ocurre en un país cada vez más polarizado como Colombia, hay opiniones para todos los gustos y vertientes políticas: los que defienden que no se debe marchar en contra de algo tan genérico como "La Violencia" o "El Secuestro", pues eso podría difuminar el mensaje y por eso tan solo se marcha en contra de uno de los actores (creo que el más visible); también están los que opinan en sentido contrario, diciendo que en la marcha se debe condenar a todos actores del conflicto y todas las formas de violencia. En el medio de esta tormenta de opiniones, yo (¡por fin!) tengo claras las razones por las cuales (no) voy a marchar este 4 de febrero. He aquí unas cuantas de ellas:

NO voy a marchar porque...
  • ... es una iniciativa ciudadana que se ha dejado influir (¿conscientemente?) por partidos políticos y, fuera de eso, está siendo absorbida por los medios de comunicación.
  • ... no creo que las FARC sean "El Problema" de Colombia, creo que tan sólo son el peor de los muchos síntomas de una sociedad enferma.
  • ... cuando alguien dice que no va a marchar se comienza a escuchar una cascada de descalificativos que van desde "es una posición mezquina e insolidaria", "mamerto", "anti-patriota" e "insensible" hasta acusaciones, totalmente irresponsables e irracionales, de estar de acuerdo con las FARC.
  • ... los paramilitares, unos delincuentes acusados de masacres, torturas y descuartizamientos, delitos que son como mínimo iguales a los que comenten FARC, han manifestado su apoyo a esta marcha sin que nadie salte de su trinchera rechazando tal apoyo -uno de estos paramilitares ha confesado haber cometido 1.500 (si, mil quinientos) asesinatos.
  • ... cuando un caminante solitario y sin el apoyo de las instituciones como Victor Moncayo marchó contra el secuestro, fue calificado como un montaje de las FARC.
  • ... nunca se marchó contra los paramilitares.
  • ... algunos consulados colombianos en Europa, envían invitaciones a participar en esta marcha.
  • ... tampoco iría a una marcha contra los paramilitares, el presidente o la oposición.
  • ... está apoyada por el furibismo.
  • ... estoy convencido tarde o temprano nos tendremos que sentar a negociar, entre otros, con esas personas para ver como arreglamos este país, o lo que nos quede de él.
  • ... no todos los familiares de los secuestrados por las FARC van a ir a la marcha. Yo me solidarizo con esos familiares que temen por las posibles represalias.
  • ... creo que el problema de Colombia no son sólo los guerrilleros o los paramilitares que secuestran y matan, sino la sociedad "estratocéntrica" y "urbanofílica" en que vivimos y que permite que desde hace 60 años sigan ocurriendo los mismos delitos contra las mismas personas, mientras que nos embelesamos de llevar en la muñeca la bandera tricolor.
  • ... las FARC son tan sordas, ciegas e inútiles que un mensaje como el de la marcha no lo verán, y si lo ven no lo escucharán y si lo escuchan no lo entenderán, y si lo entienden les importará un pepino.
  • ... muchas de las personas con las que he hablado, piensan que caminar contra las FARC es hacer mucho, otras que es lo único y unas pocas que es lo mejor que pueden hacer por el país.
  • ... creo que Colombia no necesita sólo una sociedad más solidaria, sino más responsable.
  • ... por la simpleza del lema de la marcha.
Ahora bien, SI voy a ir a la marcha porque..
  • ... no solamente tengo que escribir sino también gritar que lo que pasa en Colombia me duele, y mucho.
  • ... ir a la marcha es mucho mejor que quedarse en casa quejándose de la indiferencia de la sociedad.
  • ... es bueno hacer visible a todo el mundo que las FARC no representan al país y así, quizás, evitar que organizaciones de otros países patrocinen o promocionen sus actividades.
  • ... no estoy de acuerdo con las acciones salvajes e inhumanas de las FARC.
  • ... es una demostración de que Colombia no está muerta ni secuestrada por el silencio.
  • ... creo que es una forma de poner en evidencia que, por encima de todo, hay cosas que todavía unen a los colombianos.
  • ... eso demuestra que la sociedad civil, a pesar de su anestesia histórica, puede y sabe utilizar la calle como medio de expresión.
  • ... es una forma de recuperar el "derecho a protestar" del que habla William Ospina.
  • ... es una forma de demostrar que ser colombiano no es tan sólo un acto de fe, como dice Borges, ni una campaña de mercadeo, como nos han hecho creer recientemente, sino también una voz que puede hablar en el medio del conflicto.
  • ... quedaré con la sensación de haber hecho oír mi voz.
  • ... ir a la marcha también es una forma de decir que estoy en contra de cualquier tipo de violencia y no sólo la de las FARC.
  • ... sentiré que hay muchas personas, como yo, que quieren que se acabe de una vez por todas la violencia en Colombia.
... y cuales son sus razones para (no) ir a la marcha?
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