martes, enero 08, 2008

Preguntas sin respuesta

Suena el timbre. Miro por el visor de seguridad de la puerta y pregunto quien es. Me responde una voz monoacorde (no podía ser de otro modo) "Soy Rutina Monótona y vengo a ofrecerle unos productos que mejoraran no solo su presente sino su futuro". Con esa respuesta preferí la curiosidad frente a la confianza y le abrí la puerta.

De alguno de los libros de Kundera concluí que la forma en que nos vestimos es, en si misma, una declaración de principios. En este caso me llamó la atención el color sus prendas: todas eran diferentes variaciones de un mismo gris, eso sí, cuidadosamente escogidas para que ninguna llamara la atención sobre las otras. Ahora que lo pienso en perspectiva creo que una revista de moda calificaría estas prendas como "elegantes", pero mi ignorancia en estos temas la calificó en ese momento como "aburridas". Sin embargo, el tono de voz y sus gestos, siempre pausados, rítmicos y fluidos me parecían interesantes y confirmé que sería, como mínimo, interesante oír sus ofertas.

Le pregunté si quería tomar algo para refrescarse pero tan solo me aceptó un vaso de agua. Después de dar su primer trago comenzó su retahíla sobre las ventajas que tiene contratar los servicios que venía a ofrecer. En mi defensa tengo que aclarar que para evitar caer en la autocomplacencia siempre busco contrastar mis opiniones con quien está al otro lado de mi orilla, así que por eso decidí invitarla a pasar. Muchas veces prefiero hablar con quien no estoy de acuerdo que con aquel que coincide con mis opiniones; del primero puedo aprender, con el segundo, casi siempre, tan solo puedo reafirmar mis opiniones. Es decir, cuando hice entrar a Rutina a mi casa era consciente que estaba haciendo. Tenía sentada en mi sala una de mis grandes contradictoras.

Los productos que me ofrecía eran más bien conocidos: relojes, agendas y compromisos (a pesar que todo estaba relacionado con horarios en ningún momento mencionó "más tiempo"). Los beneficios de incorporarlos, junto con un paquete de servicios que incluía la gestión de mi tiempo, eran indudablemente provocadores: tranquilidad, una vida planificada, ordenada y predefinida. Todo me sonaba a tener una vida "prefabricada". Pensar que a partir de ahora era posible vivir en un mundo de certezas, algo que no concebía hasta hace poco, era muy tentador. Su conversación -no digo "nuestra"pues para conversar se necesitan como mínimo dos personas- estaba pensada para seducir al más incrédulo. Pero por encima de todas las ventajas que tendría contratar sus servicios, la que más me llamó la atención fue la posibilidad de disfrutar de un mes de vacaciones cada año durante el resto de la vida.

Hasta este punto tengo que reconocerlo, cada vez me iba convenciendo más y más. Como las promociones de centros vacacionales, todo era maravilloso y relajante. Pero también como en esas promociones, era necesario hablar del costo. En este punto la voz de Rutina se volvió más suave, las frases más ambiguas y menos descriptivas, pero eso si, sin mostrar el menor resquicio de duda. Una vez que me recordó los increíbles beneficios de sus servicios, su conversación, de nuevo la de ella, fue, más o menos, como sigue:

"Como usted sabe en este mundo no solo somos lo que queremos ser ni como nos sentimos, somos cada vez más como nos ven. Así que nuestros productos se encargan de la tercera parte, es decir de la imagen que usted proyecta, para que en sus tiempos libres se dedique a cultivar su ser interior mientras nosotros nos encargamos del resto. Para esto le proponemos un programa donde en lugar de distribuir sus horas libres diarias a lo largo del año, usted nos entrega este tiempo, y se lo concentramos en un mes donde no tendrá que preocuparse de nada, para que así pueda tener tiempo para cuidar su yo interno mientras nos encargamos de diseñarle un destino exótico que le permita transmitir una imagen adecuada a su perfil. En últimas, lo que le proponemos es optimizar su tiempo libre, pues usted bien sabe que bienes tan preciados como el tiempo, se aprovechan mejor cuando están concentrados y no dispersos."

[en este punto me asusté mucho pues no sabía que estaba perdiendo mi tiempo disfrutando de pequeñas cosas todos los días]

"Para poder acceder a nuestros servicios, usted tan solo nos tiene que firmar este documento en el cual se compromete a trabajar al rededor 11 meses al año, con ocasionales días de descanso acordados mutuamente y con recompensas esporádicas tales como vehículos y aparatos eléctricos que permitirán reforzar la imagen que usted proyecta. Al final de los once meses, usted podrá aprovechar todo el tiempo libre acumulado recorriendo el mundo gracias a nuestra extensa red de servicios durante un mes completo y sin preocuparse de nada...".

En este punto ya no quise seguir escuchando las ofertas que me estaban ofreciendo. Tenía trabajo que adelantar y no podía dedicarle más tiempo a una propuesta que no iba a aceptar. Le dije que lo sentía pero que no me interesaba y le recomendé visitar a un par de conocidos. Ella, al parecer estaba acostumbrada a que la despidieran de esta manera, pues su tono de voz se adaptó al mío y me hizo sentir que esta súbita despedida era parte de su conversación. Sin saber cuando ni como, me encontré enredado en su discurso y era ella la que dirigía la caminata hacía la puerta, hacía la puerta de MI casa. Mientras ella me despedía en el rellano de MIS escaleras (no olviden que ella era la que manejaba la situación), me dijo "mire, aquí le tengo el contrato piénselo con calma, y si se convence fírmelo y lo envía a la dirección que aparece abajo. Pero antes de marchar, y abusando de su confianza, quiero hacerle una pregunta que le ayudará a saber si le conviene este contrato: "¿hay alguna diferencia entre lo que le ofrezco y la forma en que usted vive?". De nuevo muchas gracias por su atención, y estoy segura que nos volveremos a ver". Sin decir más, se fue con una sonrisa en sus labios.

***

Como este relato se está haciendo muy largo, tan solo quiero mencionar que el contrato lo tengo aquí al lado mío. He reflexionado mucho al respecto. Al comienzo pensé en desecharlo y tirarlo a la basura. Sin embargo, el contrato sigue ahí. No he podido olvidarme de él, pues todavía no he logrado responder a la pregunta que ella me hizo mientras me despedía en mi propia puerta.

____

PD. Después de tres semanas desconectado de internet y cualquier artilugio de comunicación, vuelvo con este ejercicio de pelearme con las palabras. Espero poder seguir actualizando este espacio al menos semanalmente.
omchamat

5 comentarios:

AlejandroAngel dijo...

oscar pues parece que esas 3 semanas alejadas del mundo virtual han hecho efecto y has comenzado con el pie derecho...

muy bueno este post, esperemos que el 2008 traiga muchas cosas buenas incluso las respuestas que todos, TODOS, buscamos en la (i) realidad.

esatremos en contacto por Enlace, un gran saludo.

Unknown dijo...

Alejo-Armadillo!...

Ojalá que el año que comienza nos traiga no solo respuestas, sino las preguntas correctas que siempre estamos buscando -la pregunta correcta es la mitad de una respuesta acertada.

seguimos "enlazados"... y "keep walking"....

omch

Anónimo dijo...

Oscarma:Parece que el alejamiento de los artilugios de comunicacion fueron el primer paso de ese contrato no firmado.Las tres semanas sembraron un interesante tema de reflexion y discusion.No olvides que los vendedores tambien venden a plazos la misma mercancia que hoy te ofrecen al contado.....O.g.Ch

Unknown dijo...

OGCH
Comprar al contado o a plazos... gran duda, especialmente cuando se refiere a bienes intangibles

Por ahora y hasta pronto (espero!)

omchamat

Anónimo dijo...

Reivindico la rebeldía del disfrutar a diario de todas las pequeñas cosas, de no postergar las ilusiones a un futuro que siempre, siempre, es incierto. Reivindico el esfuerzo diario de pararse a reflexionar un instante sobre lo que ahora tenemos, lo que ahora nos hace felices. Reivindico el atreverse a pensar que quizás no siempre seamos tan afortunados de tener tantas cosas buenas a nuestro alrededor. A no olvidar que podemos tener tesoros a nuestro lado. Reivindico el presente, porque no sé que deparará el futuro.
Gracias por tus entradas, que no merecen algunos tratos...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...