jueves, enero 31, 2008

Inmigración, políticos y paranoia

Hay entradas, como esta, que se escriben solas y que tan solo necesitan una breve introducción. Son dos noticias publicadas en dos periódicos diferentes de España de hechos aparentemente inconexos, pero que quizás no lo estén tanto. (las negrillas son mías)

Los hechos que aquí transcribo son muy diferentes entre si, pero creo que en el fondo pueden estar relacionados. Uno ocurrió en Andalucía donde en las últimas semanas han desaparecido niños sin que hasta el momento se hayan encontrado los culpables. Esta situación ha generado una paranoia colectiva que se reflejó en la agresión que sufrieron unos inmigrantes rumanos que, literalmente, pasaban por la zona. El otro hecho se enmarca en la campaña política para las elecciones generales de España donde la inmigración, como es de esperarse, es un tema de campaña que puede dar muchos votos. En la publicidad de uno de los candidatos se dice que los inmigrantes venimos por hambre y que aquí no cabemos todos. Esta simplificación de la realidad alimenta la sensación que tiene la sociedad receptora que la inmigración es un problema y no una oportunidad (y muchas veces una salvación).

omchamat

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La jauría humana en Guadalcázar
Perseguidos y agredidos cinco rumanos porque un niño al que preguntaron una dirección pensó que le iban a secuestrar

Fueron a comprar un coche y acabaron con el cuerpo magullado por los golpes. La psicosis desatada en Andalucía por casos como el secuestro de la pequeña onubense Mari Luz se cebó el lunes pasado con cinco inmigrantes rumanos que fueron agredidos presuntamente por una veintena de vecinos del pueblo cordobés de Guadalcázar. El grupo de vecinos persiguió y retuvo a los rumanos en una carretera a las afueras del municipio, según la Guardia Civil, que investiga ahora las agresiones. Les acusaban de haber intentado secuestrar a un menor, algo que no ocurrió.

La alarma surgió de los ojos de un crío de 11 años de Guadalcázar. El chico estaba sentado en la puerta de su casa esperando a que llegara su familia para poder entrar. Un automóvil rojo, en el que viajaban los cinco rumanos, se paró cerca de él. Los inmigrantes querían saber dónde estaba un taller al que habían acudido para comprar otro coche, según la versión de la Guardia Civil. Pero el crío se asustó. Salió corriendo y avisó a un tío suyo.

Entonces, se organizó rápidamente una batida y los inmigrantes fueron interceptados en la carretera A-305. "Dos coches se pusieron delante y otros dos detrás", recuerda Stancio Marin, uno de los cinco inmigrantes que viajaban en el vehículo.

"Nos pegaron", chapurrea en castellano Stancio, el chico de 20 años que se llevó la mayoría de los golpes. El parte médico que guarda en un bolsillo del pantalón señala que sufre varias "policontusiones" en la espalda y la cara. "No me puedo agachar para trabajar". Stancio suele recoger naranjas en el campo y ahora le cuesta hacerlo.

"Se volvieron locos", asegura cuando recuerda el momento en el que el grupo se le echó encima. Stancio está indignado y ayer por la tarde buscaba un abogado para que le ayude a denunciar y tramitar el caso de la agresión en los juzgados.

Según el testimonio de las víctimas, los vecinos golpearon el coche y rompieron un espejo retrovisor del vehículo. Stancio se queja de que un policía local que también llegó hasta el lugar no ordenó a los vecinos que dejaran de pegarles.

Una patrulla de la Guardia Civil fue la que finalmente puso orden y se llevó a los inmigrantes al cuartel. Los agentes comprobaron, con la declaración de varios testigos, el recorrido que habían hecho los inmigrantes durante toda la tarde y concluyeron que contra ellos sólo pesaba el testimonio del chico de 11 años, quien sostenía que le "miraron mal". Los inmigrantes se fueron libres a las tres horas ya que los agentes no apreciaron "la existencia de comportamiento delictivo", según recoge el acta policial. Sólo se produjo una "gran alarma social en el pueblo", recoge el parte de la Guardia Civil de aquel lunes.

***

Duran i Lleida y la inmigración

"La gente no se va de su país por ganas sino por hambre. Pero en Catalunya no caben todos". Esa es la frase contundente del señor Josep Antoni Duran i Lleida en varios de los carteles que aparecen en Tarragona y en toda Catalunya. Ese parece ser uno del los pilares ideológicos que hoy muestra Convergencia i Unió ante las próximas elecciones generales del 9 de Marzo.

Como inmigrante que reside en este país y como ciudadano que cree en la democracia y en la igualdad de derechos para todas las personas, expreso mi total extrañeza y preocupación por esta demagógica, temeraria y absurda campaña contra los inmigrantes.

Un cartel acusador como el del señor Duran i Lleida muestra una actitud perversa y falta de conocimiento. Los inmigrantes no sólo vienen por hambre en su país de origen, existen los desplazados por mil razones como puede ser las guerras, la persecución ideológica, religiosa o sexual, los profesionales, estudiantes, etc. Todos ellos buscas una sociedad abierta y libre como lo es Catalunya y no van a un país cerrado y racista como parecen desear algunos políticos catalanes.

Que sepan los políticos de CIU que la gente que pasa hambre, esa hambre de verdad, en pocas ocasiones puede emigrar, el viaje les supone una fortuna imposible. Entonces Catalunya está muy lejos de sufrir una invasión y un exterminio por parte de los hambrientos del mundo, que no haya alarma, esos seres humanos seguirán ahí, muy lejos de los ojos y del sentimiento del sr. Duran i Lleida.

2 comentarios:

Aitor Lourido dijo...

Saludos, compañero:

me disponía a escribir un artículo a raíz de lo publicado por El País. Puesto que tú ya lo has hecho, y opinando bien, me conformo con felicitarte y apoyarte.

Me extraña lo de Duran. Pocas veces "mea fuera del tiesto" a mi entender. Sin embargo, resulta oprobioso su discurso.

Quizás quiera obviar que, según todos los estudios, España precisará hasta 4 millones de inmigrantes más hasta durante las próximas dos décadas para mantener le economía en los niveles actuales. Y ojo, inmigrantes, en su amplia mayoría, cualificados. Así que, eso de que no "caben" más...

Por otra parte, asuntan los carteles que proliferan en las últimas fechas por las calles de Madrid. Y lo peor de todo, es que nadie parece alarmarse ni emprender acciones legales contra los partidos de extrema derecha que sufragan esas campañas. El derecho a la libertad de expresión no les asiste, que yo sepa, a hacer ningún tipo de apología de la discriminación ni del terrorismo. Pero de momento, nadie se atreve a echarse el sistema. Un pena.

Saludos.

Unknown dijo...

Aitor,
Precisamente esta mañana venía hablando con amigo español sobre esta misma entrada, y el me decía que se sorprendía como la sociedad ha asumido tácitamente cierta superioridad "innata" por haber nacido en una u otra parte. Que triste es esto.

Sobre Duran, discrepo contigo, pues en el programa "tengo una pregunta para usted" el le decía a una mujer que hablaba en perfecto español, pero que llevaba velo que "con todo respeto" su cultura (no me acuerdo si dijo cultura o sociedad) está más atrasada que la nuestra. La verdad que a mi esta afirmación me parece más llamativa que la que más revuelo mediático tuvo, que fue la de Josep Lluis Carod cuando dijo que "yo me llamo Josep aquí y en la China".

En fin...

gracias por tus comentarios

omchamat

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