Esta entrada es tan solo para comentar algunos hechos recientes en esta Vieja Europa:
La ultraderecha se impone en Suiza y se convierte en la fuerza parlamentaria más potente desde 1919.
Una de las propuestas del partido ganador de esas elecciones -donde los únicos perdedores fueron los inmigrantes- es que si un hijo de inmigrantes comete un delito, toda la familia será expulsada del país. La continua aparición de partidos de este tipo por toda Europa - partidos que parecen más interesados en "partir" la sociedad entre buenos y malos, entre superiores e inferiores, entre blancos y negros, entre iguales y diferentes, que en buscar acuerdos comunes- es difícil de detener: en Francia el alboroto de Le Pen, no se ha acabado; en este mismo país se está debatiendo si en ciertos casos se pide el ADN a los inmigrantes (más allá de la libertad que tienen los países de decidir quien entra y quien no, ¿acaso no es esto asumir que el inmigrante está mintiendo?); la Eurocamara, organismo responsable para legislar para todos los europeos, cuenta con un grupo parlamentario formado por representantes de partidos de ultraderecha de Francia, Inglaterra, Bélgica y Bulgaria, denominado "Identidad, Tradición y Soberanía, (ITS)"; en un plano mucho más local, en las recientes elecciones municipales, en Vic (España) una plataforma política obtuvo 17 regidores, una plataforma que en la cabecera de su página oficial anuncia en grandes letras "controlemos la inmigración". Teniendo este escenario la verdad, y siendo consciente que a mi me afecta esta situación, no entiendo la razón por la cual la sociedad se escandaliza por noticias como la que sigue.
Detenido un joven del Baix Llobregat que agredió a una menor por ser inmigrante.
El joven de 21 años ya fue puesto en libertad con cargos. Este personaje ya tenía antecedentes de robo con violencia pero sigue en la calle. La menor fue agredida, sin duda, por ser inmigrante, pero creo que especialmente por ser diferente. La agredida puede llevar muchos años aquí y estar plenamente integrada (amigos, estudio, comida, idioma...) pero a pesar de eso pero ella siempre será diferente. Somos así de simples, no importa lo que eres si no lo que aparentas. Casos como este ocurren diariamente en Barcelona, Cataluña, España, Rusia... todos los que inmigramos conocemos, ya sea en carne propia, o por medio de una persona cercana, algún caso de agresión física o verbal (que son las más habituales). Todas esas agresiones son sencillamente pequeñas muestras de un sentimiento que recorre a Europa: el miedo a lo diferente.
Algunas veces pienso que que la integración entendida como "todos somos iguales" es una utopía que hay que mantener y alimentar, sin embargo, como una utopía que es, la veo realizable en el mejor de los mundos posibles, y, creo que coincidimos, este no es nuestro caso. Creo que la integración debe ser entendida justo en su punto contrario: "todos somos diferentes". Convivir con el que es igual a mi no tiene mayor dificultad ni significa una sociedad avanzada, tolerante o respetuosa, lo que mide el avance y la tolerancia es saber como se convive con el que es diferente. Deberíamos esforzarnos más en aprender a vivir en un mundo en constante cambio y donde las diferencias es lo único que nos hace iguales. En fin, deberíamos aprender a vivir en el mundo en que vivimos y no en el que creemos vivir. Hasta tanto no aprendamos y enseñemos que este tipo de cosas, idiotas como el que cometió la agresión seguirán por la calle y partidos políticos como el ITS seguirán apareciendo por esta vieja y cansada Europa.
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La imagen que acompaña esta entrada es el cartel promocional del partido suizo que ganó las elecciones. Como nunca antes, una imagen vale más que mil palabras
3 comentarios:
definitivamente ese viejo ideal y consigna que todos somos igual pues como que va a terminar siendo una leyenda urbana pues acá vemos como hagamos lo que hagamos y tengamos el pasaporte que tengamos siempre terminaremos siendo extraños en tierra ajena.
es lamentable que ocurran casos como la agresión del tren, sea la chica ecuatoriana, rusa, belga o española no hay razón para que haya tal grado de intolerancia...
a ver como termina esta novela.
un saludo
Un saludo.
armadillo,
Me encantó la idea de verte en una carcel como lo pones en una entrada... me quito el sobrero!
Fallarás...
A pesar de tu apellido, siempre aciertas en tus columnas!
omchamat
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