miércoles, noviembre 17, 2010

Ni a favor ni en contra. ¡Todo lo contrario!

Para mí la democracia es un abuso de la estadística. Y además no creo que tenga ningún valor. (...) ¿por qué suponer que la mayoría de la gente entiende de política? La verdad es que no entienden, y se dejan embaucar por una secta de sinvergüenzas, que por lo general son los políticos nacionales. Estos señores que van desparramando su retrato, haciendo promesas, a veces amenazas, sobornando, en suma.
Jorge Luis Borges (link a la entrevista completa)

De cara a las próximas elecciones regionales y municipales en Catalunya y Barcelona, tengo la misma sensación que tenía en Colombia cuando decidía por quién votar. Una sensación que al final, con excepción de las últimas elecciones presidenciales, me ha llevado a votar no “a favor de” -como preconiza el sistema democrático-, sino “para evitar que” o, la peor de todas “votar en contra de”. Basado en esta realidad, he clasificado los candidatos a ocupar cargos públicos de la siguiente forma:
  • Candidato utópico: propone construir el mundo ideal olvidándose de la realidad social.
  • Candidato con vocación política pero que defiende unas ideas no solo radicales, sino extremistas –creo que se puede ser radical (Mandela, Gandhi) pero sin ser extremista (Tea Party, Plataforma per Catalunya).
  • Candidato sin vocación y oportunista. Generalmente vende ideas que garantizan un "cambio profundo y radical" de las estructuras actuales para así dejar las cosas tal cual las encontró.
  • Candidato que vive de la política. El vil y simple polítiquero: tránsfugas, corruptos y corruptores.
  • Candidato de profesión. Su función en las listas es la misma que cuando se compra la leche en un supermercado: a mayor variedad, más compradores. Estos personajes rara vez llegan a tener una figuración importante en las votaciones, pero si, y tal vez demasiada, en el ejercicio de poder. Son los encargados de distribuir –repartir es una palabra muy agresiva- contratos y puestos.
Y el más peligroso:
  • Candidato mesiánico. No tiene equipo visible (Él es el partido), posee una vocación política contagiosa; es una persona que aprovecha las oportunidades y sabe unir a la población frente a un único enemigo; se siente como “un instrumento del destino”, "víctima de las circunstancias", o lo que es peor, un instrumento de un Ser Superior para cumplir sus designios en la tierra. Este candidato debate sobre sentimientos (generalmente el miedo) y no sobre ideas (o las utiliza para agitar los sentimientos). En resumen, tenemos un candidato con éxito mediático, dogmático y emocional, pues en él confluyen el show, las creencias y los sentimientos. Un candidato ideal para el exceso de información que hoy nos abruma como si fuera una espesa niebla que nos impide ver la (una) realidad.
***

En lo personal, como todo en este espacio, creo que el mejor candidato es aquel que ha sido "excandidato" y mejor aún el "expolítico"; es decir, el mejor político, muchas veces es el expolítico (no sé si porque me parece más inofensivo o porque la práctica lo ha hecho mejor político). Es por eso que propongo crear un programa financiado por fondos de la ONU de “prácticas en el extranjero” para las personas elegidas para ocupar cargos públicos. De esta forma se envía al extranjero al ganador de las elecciones populares y democráticas, para aplicar sus políticas en otra parte y así al regreso tendremos un expolítico, una persona que ya ha vivido el poder y la soledad del poder. Una vez de regreso, se le hace oficial su cargo. De esta forma, el programa fabricará candidatos más responsables e inofensivos y votantes más reflexivos. Políticos con garantía de ser expolíticos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que los politicos de verdad y con vocacion de estadista, usualmente son malos candidatos y por tanto casi nunca son elegidos.Los ciudadanos, en general y en aras de mantener la esperanza coronamos proyectos politicos etereos encabezados por carismaticos que por a,b, o c, motivos nunca llegan al poder(ej:Gaitan, Galan, Gomez Hurtado)pero nos permite mantener el sueño de que el mesias vendra, y por ese espacio se nos cuelan los "politicos" que caben en todas tus definiciones.

Unknown dijo...

Anonimo...

Esa es una clasificación que me faltó incorporar en el listado... el político con vocación de estadista.
Sobre los tres políticos que menciona, comparten el hecho de ser asesinados por la realidad y mientras tanto aparecen muchos personajillos que terminamos eligiendo...
Creo que hay que cambiar la democracia, así como cambiar el modelo económico, pero ni lo uno ni lo otro es factible... Pero el derecho a la Pataleta, no me lo quita "naides".

Gracias por su compañia

omchamat

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