jueves, septiembre 08, 2011

¿Qué cómo me siento?... pues bien

Reserva Marasha, Amazonas
Viajar siempre es una oportunidad de ver cosas nuevas o ver las mismas cosas con nuevos ojos. Es una oportunidad para aprender que el mundo es tan grande y diverso (o tan pequeño y monótono) como nuestras ideas nos permitan concebirlo. Muchas veces tengo la sensación que lo que más me hace sentir que estoy viajando, no es precisamente aquello por lo que fui (el monumento, el cuadro, la iglesia, el árbol histórico…), sino por aquello que sin saberlo, tarde o temprano, siempre termino encontrando: las personas y sus mundos.

Acabo de regresar de un viaje de vacaciones de Colombia donde en tan solo tres semanas, pasé de la majestuosidad de la naturaleza materializada en la selva amazónica, al sentimiento gregario de los hoteles caribeños all-included, haciendo paradas en las inmensas montañas verdes de los andes. Un viaje no sé si completo, pero si muy variado.

Sobre este viaje, quiero compartir dos reflexiones que han hecho que mi mundo sean un poco más grande, o mejor, que sus fronteras sean diferentes –el tamaño, en este caso, no es tan importante.

Primera reflexión:

Uno de los días nuestro guía fue un descendiente de la tribu huitoto, que había nacido en Perú y pasó gran parte de su juventud en Leticia, donde actualmente vive su Familia, pero ahora trabaja en el lado peruano en una reserva natural impresionante (Marasha) y entre semana duerme en su comunidad (Puerto Alegría) en el lado peruano, para ir los fines de semana donde su familia a Colombia (no olvidar que en este punto de la selva, la frontera es el rio). Ante esta mezcla de fronteras, mi concepción del mundo me decía que Roberto, el nombre del guía, debería tener una ligera confusión de sentimientos frente a su nacionalidad, y no pude evitar hacer aquella pregunta que no me gusta que me hagan:

Para mayor claridad, trataré de transcribir el dialogo, que se daba en un contexto donde hablabamos de si tenía pasaporte, cédula y de donde eran...
-…si, yo nací en el Perú, duermo entre semana en Perú, mi hija va a un colegio de mi comunidad en el lado peruano, pero vive con mi familia en Colombia.

- Pero ante esa mezcla, ¿como te sientes?

Después de un ligero, pero evidente, gesto de sorpresa y después de hacer un recorrido mental por todas las partes de su cuerpo para saber si algo le dolia, responde:

- ¿Qué cómo me siento?... pues bien. 
Después de la conversación quedé con la sensación que Roberto nunca se había pregundado de que lado de la frontera se sentía. No se sentía ni de aquí ni de allí, sino todo lo contrario. Ni de aquí ni de allí, se sentía Roberto y eso era lo importante.

Segunda reflexión:

En el avión de regreso a Barcelona escucho a una madre catalanoparlante preguntarle (en català) a su hijo:
-… bueno y ahora que has estado hablando tanto tiempo en español con tus abuelos, se te ha olvidado el català?
- no.
- y entonces en que vas a hablar ahora que lleguemos a Barcelona… en català o español?
Después de una breve reflexión
- ¡En inglés!
No tengo ni idea que quería decir el niño con esa respuesta -ni me importa. No sé si el niño ya habla inglés o sus padres le hablan en inglés. Me parecen más interesantes las reflexiones que esa respuesta produjo en mí. Son reflexiones, que deben ser leidas como conclusiones definitivas y categoricas, como preguntas al aire y como pequeños descubrimientos que se hacen en la cotidaniedad.Todo al mismo tiempo, pues no son solo conclusiones, ni preguntas ni descubrimientos, son las tres cosas simultáneamente.
  • Que me importa el idioma, lo importante es la comunicación.
  • Entre más idiomas mejor.
  • Los idiomas son las fronteras y puentes del nuestros mundos.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente reflexión Oscar! gracias por compartirla! es evidente que a veces olvidamos lo verdaderamente esencial e importante. JannethG

Unknown dijo...

algunas veces tengo la sensación que recordar lo escencial e importante es el reto de nuestro tiempo y de nuestra cotidianedad...
gracias por la compañia

omchamat

Anónimo dijo...

osacar pero que envidia tu viaje!!..o fueron todos?
me ha gustado tu escrito!
besos, Helga

Unknown dijo...

fue viaje en grupo... una aventura que merecería una entrada completa..

thanks por tu cometario...

Anónimo dijo...

No se como adjuntar comentario al articulo:; pero tiene un fondo para rumiar un rato...el ser humano es de . simplemente del mundo es hijo de la Pachamama lo demas no importa. es humano.., del mismo barro , de igual sentir y hemos puesto fronteras, lenguas, visiones para complicar mas el vivir.

Unknown dijo...

anónimo (no tan anónimo)
somos pachamama, mundo, fronteras y distancias. somos todo y somos nada. Somos... o más bien, fuimos quien recordamos que somos (¿Borges?)
gracias por la compañia

omchamat

Anónimo dijo...

Muchas gracias por el blog, Oscar, lo esdtoy leyendo y será motivo de reflexión, aunque no ve, por el momento, divergencias.
En este caso, hasta que no nos sintamos -como tu dices- hijos todos de la madre tierra y elvodemos fronteres y diferencias...mal andaremos!
Un abrazo triple
NB

Unknown dijo...

Gracias anonimo NB!... espero que la pachamama nos encuentre trabajando en la construcción de una frontera no-frontera, sino un puente, así sea "medianoche en punto"
triple abrazo y gracias por la compañia

omchamat

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