miércoles, septiembre 13, 2006

Religión y política...

En Colombia hay un revuelo general porque la Iglesia Católica excomulgó a los médicos que le practicaron el aborto a una niña de once años que había sido violada por su padrastro. En España ocurrió otro tanto con los jueces que casaran parejas homosexuales. En Roma se dice que los condones no son efectivos en la lucha contra el sida y declara inmoral el congelamiento de embriones. Un listado de estas ideas seria eterno y la respuesta por parte de la zoociedad es un rechazo casi generalizado a esos juicios de valor por medio de argumentos legales y científicos.

Yo la verdad que no termino de entender muy bien la razón por la cual toda la zoociedad se siente tan sorprendida con las afirmaciones hechas por la Iglesia, pero tampoco entiendo como en pleno siglo XXI y con las desigualdades socioeconómicas del mundo, una institución tan poderosa las siga manteniendo y defendiendo. Sin embargo, por el hecho de no entenderlas, no las considero incoherentes o irracionales, por el contrario, me parecen tan respetables como las de la Falange Española, o las de los partidos ecologistas que están en contra de casi cualquier proyecto de nuevas infraestructuras, o incluso, tan respetables como las del presidente Uribe que piensa que la guerra y la pobreza se acaban sencillamente destruyendo al enemigo.

Me cuesta entender todas esas posiciones, pero me cuesta más entender la razón que mueve a la zoociedad a reaccionar tan visceralmente en contra de la iglesia: los columnistas excomulgados piden la excomunión de los excomulgadores, la gente de la calle se radicaliza en su posición y los medios caricaturizan la iglesia, todo al mismo tiempo. Sin embargo, mirando otra arista del mismo mundo de la moralidad y las ideas, es decir el mundo de la política, esa reacción visceral no es fácil de encontrarla frente a las posiciones, muchas veces más controversiales, que defienden algunos partidos políticos. Por el contrario, cada vez esos movimientos se vuelven más fuertes: el Frente Nacional en Francia, los Neoconservadores en Estados Unidos, los movimientos antiglobalización crecen gracias al internet -expresión globalizadora por excelencia-, los movimientos anarkistas se organizan cada vez más y actúan como un bloque común (!!), y todo eso ocurre en medio de un casi total silencio por parte de la zoociedad, por los medios de comunicación y por la comunidad en general, por aquello del respeto a la "libertad de expresión". Yo me pregunto, y es que acaso la religión y sus practicantes no pueden defender sus ideas? ¿Es que acaso la religión, cualquiera que sea, es mala per se?

Los partidos y movimientos políticos defienden unas ideas que buscan el bienestar común para así alcanzar el bienestar personal, y para poder lograr ese bienestar es necesario llegar al poder; muchas veces lo consiguen por medios muy poco coherentes con su ideas, y algunas veces con las manos manchadas de sangre, y acaso la religión no es lo mismo?... un grupo de personas defendiendo unas ideas que no siempre practican, mientras pasan página a la historia con las manos untadas de sangre?. O es que acaso hay alguna diferencia entre la carnicería de la inquisición con la de las guerras entre los países "Demócratas" y los "No Demócratas?" -lo que quiera que demócrata signifique- o la que está causando el supuesto "Choque de civilizaciones"?. Bueno quizás la diferencia esté en que las primeras no eran tan económicamente rentables como las segundas. En la primera se ganaban almas y tierras, y en la segunda se ganan contratos, y mucho, mucho, pero mucho dinero.

Mientras todo eso ocurre las iglesias se desocupan, los centros comerciales son el nuevo objeto de culto y las promociones sus ceremonias, y cada cierto tiempo las urnas de votación se llenan, y lo interesante de todo, es que la solución a los problemas terrenales y celestiales, será la misma: pasemos página que por acá no era.

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PD. No entiendo la prohibición del uso del chador en el colegio a una niña, que lo hace sobretodo por tradición familiar, mientras que la ley no le prohíbe a una madre maltratada y violada por su pareja volver, junto con sus hijos, a vivir de nuevo con su victimario, siendo todos concientes que probablemente esa sea la firma de su sentencia de muerte. Pero tampoco entiendo como la Iglesia no condena al violador de la niña, pero si a los que evitan que una niña a los 15 años sea la madre de su hermana menor.

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