"Para ellos, la tierra se acaba allí donde está el último poblado cuyos habitantes hablan esa lengua que les resulta comprensible. Y ésta es la frontera de su mundo. ¿Y qué hay más allá de esa frontera?, preguntábamos. Más allá de esa frontera, decían, empieza otro planeta habitado por los nganguela, o sea, los no-hombres. Hay que guardarse muy mucho de esos nganguela porque son muchos, muchísimos, y hablan una lengua que no hay manera de entender y que les sirve para ocultar sus malas intenciones"
Esta descripción de la mentalidad de algunas tribus, la hace el jefe de un comando militar que estaba conformado por diferentes grupos tribales que combatían por la "libertad" (signifique lo que eso signifique) cerca de Luanda en 1974.
No comments.
Un día más con vida, Ryszard Kapuscinski. pag. 47, Editorial Anagrama, Barcelona, 2005.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario